
Literatura Prehispánica a la Colonia
Sin duda, los acontecimientos que inauguraron la llegada de los europeos a América en 1492 suponen una ruptura histórica sin precedentes en la Historia Universal. En nuestro caso, como americanos es casi que un punto de partida.
De todas formas, como lo vimos en las semanas anteriores, nuestros pueblos originarios no solo contaban con un amplio desarrollo económico y social, sino también cultural, que pervive ténuemente en la medida que la estructura de las naciones latinoamericanas se fundamentó en paradigmas eurocéntricos y poco hemos preservado en Colombia de nuestra historia indígena.
Nuestra literatura, como testimonio material de la historia conserva pocas obras y vestigios de los pueblos que habitaron estas tierras antes de la llegada de los colonizadores españoles.
Las culturas azteca, maya e inca eran las más grandes del continente. Pero su tradición era eminentemente oral, solo los aztecas y mayas desarrollaron la escritura. Lo poco que conocemos nos llegó por transcripciones realizadas por sacerdotes católicos que registraron la tradición oral que les compartían los indígenas al ser evangelizados. Una de ellas, el Popol Vuh. Esta obra fue transcrita por el fray Francisco Ximénez, bajo el nombre de Historia de la provincia de San Vicente de Chiapa y Guatemala en 1715. Sin embargo, estuvo guardada y no fue publicada hasta 1857 en Europa.
En el Popol Vuh, se encuentran un conjunto de enseñanzas sobre el origen, la cosmología y la historia maya. Lo que podría asemejarse a la Biblia para los cristianos o el Corán para los musulmanes.
De los incas, se han conservado poemas y obras de teatro. De los aztecas, fundamentalmente cantares y romances. Lo que nos permite identificar poesía y prosa como los géneros más importantes de la literatura prehispánica, los cuales cumplían funciones religiosas, épicas, líricas, históricas y didácticas.
Los temas que trataban eran la muerte, la resignación frente al destino, el sufrimiento y la insensibilidad, las divinidades y el origen.
Para la época de la colonia, las rivalidades entre la Iglesia y la monarquía del Sacro Imperio Romano Germánico derivaron en la Reforma Protestante, donde Martín Lutero acusaba a la Iglesia Católica de prácticas no ajustadas a la Biblia y promulgó en 1517 un manifiesto con 95 tesis, que posteriormente permitieron la creación de una iglesia cristiana alemana.
Las ideas de Lutero provocaron en Hungría, Inglaterra, Suiza, el Piamonte italiano y Francia, movimientos religiosos que desconocían la autoridad papal. Frente a lo cual, la Iglesia Católica convocó en 1545 al Concilio de Trento para unificar criterios y lanzar una Contrarreforma.
La Contrarreforma fue un movimiento religioso al interior del mundo católico, que incluía ahora a las tierras conquistadas en las “Indias Occidentales”, sus características fundamentales fueron una reafirmación de los dogmas cristianos de la iglesia medieval, arte religioso barroco, la oficialización y creación de órdenes religiosas.
También fueron creados el Tribunal de la Inquisición y la lista de libros prohibidos, con la idea de combatir la herejía y el paganismo. Durante el siglo XVI, el mundo hispánico se consolidó en sus colonias en América, lo que permitió el desarrollo de una literatura con una clara influencia del barroco.
Las características fundamentales de esta literatura fue la búsqueda de una mayor fuerza expresiva, un lenguaje intencionalmente cargado y rico en metáforas, recursos estilísticos y contrastes.
Los temas que trataba eran la tensión entre lo terrenal y lo divino, la aceptación y rechazo del mundo terrenal, la obsesión por lo efímero de la vida y la presentación de lo humano como teatral. Todo ésto mediante recursos como la polifonía, el retruécano, el hipérbaton y la antítesis.
AYUDAS PEDAGÓGICAS:
El Popol Vuh: https://www.youtube.com/watch?v=AKZCLYxchIE
Arte Barroco Latinoamericano: https://www.youtube.com/watch?v=blVkwWXQ-5w