La verdad según Hegel

Hegel concibe la verdad como proceso y la razón como algo progresivo. La historia se convierte así en el único, aunque móvil, punto de referencia; no en vano, su objetivo principal es conseguir un método para entender el curso de la misma. Por tanto, todo se debe situar en el contexto histórico, que es el que otorga valores de verdad. Osea, la verdad depende del contexto momento en el que se considere verdad.