Una de las primeras cosas que nos enseñaron cuando éramos pequeños fue a no decir mentiras, sin embargo lo seguíamos haciendo y a medida de que fuimos creciendo se volvieron indispensables en nuestra comunicación diaria pero, ¿por qué?
Así nos salvamos de las consecuencias, ganamos debates y discusiones a base de mentiras, todos en el fondo sabemos que no es lo mejor, pero sin embargo, lo seguimos haciendo porque sabemos que los resultados serán favorables para nosotros mismos.
Esa pregunta es algo que deberíamos de hacernos a diario pues verdaderamente esto no nos lleva a nada bueno, pero también nos hace dudar en el momento que con estas mentiras nos salvamos de la realidad.
Es una buena pregunta, definitivamente encontramos en nuestra vida situaciones en las cuales preferimos mentir; esto tal vez sucede por el hecho de que tememos a las consecuencias de nuestros actos. Esto es algo que termina fluyendo y sucede a veces inconscientemente.
Así nos salvamos de las consecuencias, ganamos debates y discusiones a base de mentiras, todos en el fondo sabemos que no es lo mejor, pero sin embargo, lo seguimos haciendo porque sabemos que los resultados serán favorables para nosotros mismos.
Esa pregunta es algo que deberíamos de hacernos a diario pues verdaderamente esto no nos lleva a nada bueno, pero también nos hace dudar en el momento que con estas mentiras nos salvamos de la realidad.
Es una buena pregunta, definitivamente encontramos en nuestra vida situaciones en las cuales preferimos mentir; esto tal vez sucede por el hecho de que tememos a las consecuencias de nuestros actos. Esto es algo que termina fluyendo y sucede a veces inconscientemente.