Este término se ha popularizado desde que en 2010, el movimiento de diseñadores y arquitectos estadounidense New Urbanism, lo utilizó para referirse a diferentes técnicas de intervención urbana existentes, desde la apropiación del espacio público.
Dentro de este concepto se recogen las últimas acciones de la Red Diversa del Norte del Valle, quienes están interviniendo espacios públicos para resignificarlos mediante la visibilidad de los colores de la bandera del orgullo.
Las cuales han sido desarrolladas con varios objetivos, según la activista Kelly Forero: "Con esto buscamos generar espacios seguros de socialización para la población LGBTI, encontrar personas aliadas a la defensa de los derechos humanos y el medio ambiente, visibilizarnos y resignificar que el espacio público de la ciudad que es para todos, todas y todes."
El derecho a la ciudad incluye la posibilidad de la intervención con los espacios, el paso de los cambios sociales se notan en la forma en la cual se habitan y relacionan con la construcción de ciudadanía, estamos ante una evolución latente de la nueva ciudad, que los y las jóvenes están construyendo. Un paso hacia el respeto y un futuro más colorido.
