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¿REPRESENTA A CARTAGO EL MINISTRO CARLOS HOLMES TRUJILLO?

Ante las críticas hechas por diversos sectores, que incluso hemos sido cercanos al actual mandatario Víctor Álvarez, los argumentos esgrimidos por éste para justificar el acto de reconocimiento al Ministro de Defensa, merecen nuestra atención. Dado que representan más que un formalismo.


En el artículo publicado por el alcalde en su página web, señala consideraciones que efectivamente no son debatibles dado el cargo que ostenta. Es decir, que los intereses de la ciudad están por encima de su postura política y que debe actos de protocolo ante los dignatarios nacionales.


Sin embargo, el ejercicio de la función pública es un acto político. Las personas votan por trayectorias, posturas y un programa de gobierno que deben verse reflejados en el gobierno. Es más, en caso que no exista una coherencia entre lo que se propone y lo que se hace, la ciudadanía tiene todo el derecho de revocar a sus mandatarios como lo establecen la Ley 134 de 1994 y la Ley 741 de 2002.


Durante este año, sectores que defendemos el medio ambiente, la participación comunal, la diversidad y los derechos humanos en esta ciudad estuvimos esperando señales más concretas. Porque consideramos que un hijo del movimiento de la Acción Comunal representaría un cambio más allá de lo discursivo. Todavía tenemos esperanzas y promesas que nos llevaron en su momento a darle nuestro respaldo al actual mandatario.


Como también esperamos que desde el gobierno municipal se reivindique la memoria de Andrés Felipe Llano Calvo, un joven asesinado por las manos criminales que han convivido con el poder político en nuestra ciudad durante décadas.


El otro argumento al que apela el señor alcalde, hace referencia al origen cartagüeño y la trayectoria política del ministro Trujillo. Lo cual le valieron una condecoración por parte del Concejo Municipal y la Alcaldía.


En este sentido, cabe resaltar que aunque el ministro nació en Cartago, su vida está más ligada a la ciudad de Cali, donde se convirtió en alcalde. Lo que luego lo llevó a ser funcionario de los todos los gobiernos nacionales desde esa época, de manera casi ininterrumpida.


No se le conoce hasta el momento alguna gestión en beneficio de nuestra ciudad durante sus más de 30 años de vida pública, y como lo dejaron ver con las escuetas promesas, tampoco será el caso del puente militar provisional en la Avenida del Río, que justificaban el entusiasmo del recibimiento.


Pero la pregunta que le hago a la ciudad, al alcalde y nuestro concejo municipal. ¿Este señor representa a Cartago? El mismo que promueve el retorno del uso del glifosato para envenenar nuestros campos y campesinos. El mismo que escondió durante meses el bombardeo a niños y que luego justificó que eran daños colaterales, aunque sabían de la presencia de los mismos en los campamentos.


Recordemos el lamentable rol que cumplió ante el asesinato de Dylan Cruz, en noviembre del año pasado, y los hechos represivos que llevaron a la muerte por arma de fuego de la policía de por lo menos 11 ciudadanos, durante las protestas de septiembre pasado.


El señor Carlos Holmes Trujillo, ha sido un activo enemigo de los acuerdos de paz, al promover su incumplimiento. No podemos vivir tranquilos en un país cuya responsabilidad en materia de seguridad descansa en este ministro. El cual, ha sido un indolente frente al dolor de los familiares de Dylan Cruz, Juliana Giraldo, Javier Ordoñez, cientos de líderes sociales y excombatientes al relativizar la responsabilidad de agentes del Estado en estos hechos.



Un ministro que engañó al país frente a la presencia de tropas norteamericanas, donde pasó por encima del Congreso. Hechos por los cuales sufrió uno de los dos intentos de moción de censura que lleva a cuesta.


El ministro que con sus trinos en Twitter adelanta una campaña presidencial, mientras todas las cifras de seguridad empeoran. Bien podría explicarle el ministro al alcalde, cómo si es posible hacer política siendo funcionario público. Porque él si lo hace de frente.


Si ese es el tipo de "ciudadanos ilustres" que nuestra casta política local admira, ya podemos pensar seriamente cuál es el tipo de ciudad que desean. El mismo modelo de ciudad y país que hemos padecido las últimas décadas. El de la muerte y la ignominia.


Esperamos un alcalde diferente, todavía somos tercos, esperamos un alcalde al lado de la vida y este es nuestro llamado para quien hemos considerado un compañero: rectifique su rumbo. Póngase al lado de quienes representan el futuro, la alegría, la memoria y el respeto por los derechos humanos.


Porque esta ciudad late diferente, ya no es la finca que aguarda la visita del patrón, estamos llenos de miles de vidas que merecen más reconocimiento que los se aferran al pasado oscuro del que estamos saliendo. Sea usted, señor alcalde, la llave del futuro y no el retorno hacia el abismo del que no salíamos.






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